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Nos gusta la palabra horizonte: abarca un espacio de límites lejanos. Así imaginamos este proyecto desde sus inicios, trabajando con ese concepto desde distintas ‘acepciones’ que vamos modificando en cada momento.
El horizonte como lugar hacia el que dirigirse, con la absoluta certeza de que jamás vamos a llegar. Eso nos gustaría: ver que cada paso que damos en el camino de la edición nos aleja esa frontera final y nos abre a un mundo cada vez más rico y siempre cambiante.
Pero el horizonte, también, como espacio límite que sí es alcanzable. De ese es del que hablamos hoy, primero de septiembre de 2024.
Durante un par de años, la posibilidad de ver un libro impreso bajo nuestro cuidado ha sido algo abstracto, un horizonte que, como diría Fontenelle, retrocedía a medida que nos acercábamos a él.
Ahora esto ha cambiado: comenzamos este último trimestre del año con un título en nuestras manos, un libro auténtico del que estamos deseando hablaros, un apasionante artefacto literario que refleja, a la perfección, el espíritu de una de nuestras colecciones.
Durante estas últimas semanas de verano, con una mudanza de por medio, hemos empezado a darle forma a este trabajo.
Poco a poco –manos de orfebre sobre el teclado, tentativas de euforia en cada paso– estamos creando el corpus estético de Adel Editores y, en las próximas semanas, proyectamos utilizar ese esqueleto para convertirlo en la tripa de este primer título.
Tres meses, tal vez un poco más, para dejar de ser una editorial sin libros. En enero de 2025 nos convertiremos en un sello con un único libro, que prometemos cuidar como ya lo estamos haciendo: desde la cuna.
2025
Nuestro primer libro ya está en producción. Nos encanta ver cómo esta historia tan osada en la forma y en el fondo toma cuerpo, nos ilusiona acompañar a su autor en su camino hacia la publicación de una primera obra que consideramos madura, bien construida y, sobre todo, con una gran valentía narrativa.
Para nosotros, este libro ha sido clave: nos ha ayudado a terminar de entender la naturaleza de nuestras propias colecciones y ha sido una frontera imprescindible para elegir algunos de los títulos que vendrán a lo largo del año.
Tenemos la suerte de haber encontrado a un pequeñísimo grupo de autores y autoras que están confiando en nosotros y han abrazado el espíritu de Adel Editores para convertir en libros obras que miran hacia la familia, que intervienen en el curso natural de la prosa y que abren más interrogantes de los que responden.
Con la energía que nos ha proporcionado este respaldo afrontamos el último trimestre de gestación de Adel Editores. Os daremos noticias sobre lo que está por venir en las próximas semanas. Gracias por estar a ese otro lado: la literatura necesita lectores como vosotros.
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